“Los recursos intangibles, cada vez más, explican el valor de las empresas”, afirma John Miles Touya, socio-director de MODUM. Hace referencia a múltiples estudios y evidencia internacional que muestra que “las empresas y los sectores que más invierten en el desarrollo de los recursos intangibles están reforzando y profundizando su ventaja competitiva”.

Una investigación de Ocean Tomo,, que viene evaluando la importancia de los intangibles desde 1975, refleja cómo la economía ha migrado de una centrada en los recursos tangibles a una impulsada por el conocimiento y otros intangibles. En 1975, el 17% del valor de una empresa del S&P500 se debía a sus recursos intangibles, mientras que en el 2020 los intangibles representan el 90% de su valor.
El Dr. Miles indica que cuando se habla de intangibles “se abarca una variedad de recursos, incluidos el conocimiento, la propiedad intelectual, las marcas, las prácticas de gestión, las competencias y motivación de las personas, las relaciones con socios, la capacidad de innovación y la capacidad para utilizar las tecnologías digitales, la cultura organizacional y el estilo de liderazgo, entre otras”.
Y agrega: “El desarrollo de los recursos intangibles permiten generar nuevas capacidades y procesos que al ser complejos de construir y de replicar permiten a las empresas crear una ventaja competitiva duradera”.
Cuando hablamos de intangibles, la mentalidad importa
“Invertir en intangibles es diferente a invertir en recursos tangibles”, señala Miles, y explica que la inversión en intangibles tiene una mayor carga de incertidumbre. Pero afirma rotundamente que “a la larga tienen un retorno sobre la inversión mucho mayor”.
Puede involucrar inversiones iniciales muy grandes, que podría llevar un tiempo considerable para producir resultados y podrían no ser fácilmente recuperables. “Por eso se requiere una mentalidad dispuesta a asumir mayores riesgos, con un enfoque prueba y aprendizaje. A veces capacitar personas, desarrollar un buen ambiente de trabajo, implementar nuevas prácticas de gestión o realizar actividades de investigación tienen una relación más incierta con los resultados que invertir en una máquina o edificio”.
Un problema adicional es que la inversión en el desarrollo de recursos intangibles no aparece bien reflejada en los estados económico-financieros de las empresas. “Muchas veces el desarrollo de recursos intangibles aparece como gastos en lugar de inversiones en los estados contables, lo que puede llevar a decisiones equivocadas. La decisión racional es bajar los gastos y cuando los intangibles están registrados como tales la tendencia es a desinvertir en ellos”, reflexiona.
Dato alentador: depende de los directivos
De acuerdo con Miles, es alentador saber que la inversión en la mayoría de los recursos intangibles que más valor y sinergia aportan dependen fundamentalmente de la decisión de la dirección y de elementos que están bajo su control.
Son intangibles, por ejemplo, implementar buenas prácticas de gestión así como establecer objetivos equilibrados y alineados con la estrategia. Hacerles seguimiento y alinear los incentivos de las personas con ellos. O preocuparse tanto de mejorar las competencias de las personas como de generar un ambiente laboral de confianza y colaboración. Y desarrollar una cultura de innovación en la que se incentive tanto las ideas como la capacidad de implementación, o fortalecer una red de socios para emprender nuevos negocios.
“Si la dirección de la empresa decide aumentar su inversión en estos recursos generará mayor competitividad y crecimiento como lo demuestra la evidencia internacional y nacional,”, asegura.
Investigaciones internacionales lo evidencian
La investigación “Getting tangible about intangibles The future of growth and productivity?”, publicada en junio de 2021 por McKinsey Global Institute, muestra que la inversión que realizan las empresas en el desarrollo de recursos intangibles, en general, ha aumentado sin pausa durante el último cuarto de siglo. Además, que el desarrollo de los recursos intangibles se correlaciona con un mayor crecimiento en todos los sectores y empresas.
Y destaca algunas importantes conclusiones de este estudio.
- Durante los últimos 25 años, la inversión en recursos intangibles ha aumentado constantemente como porcentaje de la inversión total en los países de la OCDE. En 1995, la distribución de la inversión fue de aproximadamente 70/30 a favor de la inversión tangible; mientras que, en 2019, la división era de 60/40; implicando un aumento del 29% en intangibles.
- Se comprueba un vinculo positivo entre la inversión en intangibles y el crecimiento y la productividad total de factores de los países. Las economías que tienen un mayor crecimiento en su PIB per cápita y en su productividad total de factores también están experimentando un crecimiento en la inversión en intangibles.
- La inversión en intangibles se correlaciona con la productividad y el crecimiento de los distintos sectores de actividad. Si bien la fuerza de esta correlación no es uniforme, se comprueba que los que invierten más en intangibles han crecido más.
- Independientemente del sector, las empresas que invierten más en recursos intangibles son las que han mostrado mayor crecimiento entre 1995 y 2019. En todos los sectores, algunas empresas superan a otras, y las empresas que más invierten en intangibles están superando a sus pares.
- Por último, la ejecución es clave. Las empresas con mayor crecimiento no solo invierten más en recursos intangibles sino que despliegan estos recursos de forma más eficaz en sus operaciones diarias de manera que les permita desarrollar nuevas capacidades y generar mayores retornos. Asumen los riesgos que implica invertir en intangibles y en el desarrollo de capacidades, cuyos resultados, en general, no se ven en forma inmediata.
Algunos ejemplos concretos
De acuerdo a la investigación de McKinsey Global Institute, la proporción de las empresas con mayor crecimiento que informaron tomar decisiones basadas en datos e información fue casi el doble de lo informado por las de menor crecimiento.
Asimismo, más del doble de las empresas de mayor crecimiento dijeron que cuentan con procesos rigurosos para gestionar y medir el impacto de la I+D. Les permite aprovechar rápidamente los éxitos y abandonar los fracaso.
Las empresas que invierten más en intangibles tienen 2,6 veces más probabilidades de retener el talento ofreciéndole una propuesta de valor diferencial. Y una probabilidad 1,4 veces mayor de generar una red de empresas que permita abrir nuevos mercados y desarrollar nuevos clientes y capacidades.
También se observa que los intangibles son interdependientes y las empresas logran mejores resultados cuando invierten simultáneamente en varios de ellos generando sinergia.
“Por ejemplo, no alcanza con desarrollar las competencias de las personas. Es necesario a la vez generar un clima de confianza y cooperación que los incentive a compartir su conocimiento y trabajar en equipo. A su vez, es necesario implementar buenas prácticas de reconocimiento e incentivos para que el trabajo de los equipos se alinee con las estrategias de la empresa. La evidencia muestra que las empresas que invierten en múltiples categorías de intangibles registran el mayor crecimiento. Esto prueba el poder de las sinergias entre ellos”, dice Miles.
Oportunidad de generar valor con los intangibles es enorme
“Debería ponerse más foco en los recursos intangibles, dada la creciente evidencia que muestra que las empresas y los sectores que invierten más en su desarrollo están reforzando y profundizando su ventaja competitiva y logrando tasas más altas de crecimiento”, asegura el experto.
“La oportunidad de generar valor es enorme. McKinsey estima que si un 10 % más de empresas invirtieran en intangibles la misma proporción que aquellas que más invierten se produciría un billón adicional de valor agregado bruto. O un crecimiento del 2,7 % en todos los sectores y economías de la OCDE. Los ejecutivos y los gobiernos, en constante búsqueda de mejorar la competitividad y lograr mayores crecimientos deberían prestar más atención a la gama completa de estos tipos de recursos”, concluye Miles y asegura que en particular “mejorar la calidad de la gestión de las empresas es una de las inversiones en recursos intangibles que más sinergia, crecimiento y valor genera y cuyo retorno sobre la inversión es varias veces superior a cuando se invierte en recursos tangibles”.
Recomendamos leer los informes completos de Ocean Toma y McKinsey en los siguientes links:
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